Secretaría de Migraciones, Culturas y Cooperación Internacional
Regional Humanista Europea 29 de octubre de 2005
QUEMADOS POR LA XENOFOBIA
Once inmigrantes prisioneros en un centro de detención del aeropuerto de Ámsterdam han muerto abrasados en un incendio. Ningún circuito de apertura de puertas actuó para impedir esas muertes absurdas.
Exigimos que se juzgue por su irresponsabilidad criminal a los guardianes que ignoraron los gritos de los inmigrantes prisioneros que pedían auxilio. Y exigimos responsabilidad al gobierno holandés y a todos los gobiernos europeos que mantienen centros de internamiento, porque su existencia y funcionamiento es una burla a los derechos humanos.
No son casualidades desafortunadas, la escalada de incendios "accidentales" e intencionados donde inmigrantes están muriendo tiene un significado claro. Europa mata también en sus fronteras interiores.
Hoy en Holanda, ayer en Francia, en España... ¿Cuanta gente tendrá que morir, cómo de horrible deberá ser su muerte para que Europa despierte? ¿Se convertirá la muerte de personas que huyen de ella en un espectáculo televisado en directo, antes de que los dirigentes europeos encuentren el coraje o la necesidad de cambiar realmente las cosas? No hay ley de extranjería que pueda enfrentarse a la ley de la supervivencia. Quienes hoy nos gobiernan, los financieros, los políticos y los media están acostumbrados a mirar siempre para otro lado, pero no queremos mirar a otro lado. No equivoquemos la dirección de nuestra lucha, no hay que parar a los inmigrantes, paremos el hambre, que mata a 25000 personas cada día. Paremos la pobreza, la enfermedad y el sufrimiento que les afecta a ellos y a cada vez más "ciudadanos" de esta Europa. Hay que parar el egoísmo y la anestesia de quienes miran para otro lado. Esto es necesario y es posible, pero para ello, debemos unir fuerzas, coordinarnos y presionar a quienes concentran el poder. Los humanistas seguimos proponiendo: Regularizaciones inmediatas, reales, amplías y sucesivas para todos los inmigrantes, a escala Europea.
Hoy en Holanda, ayer en Francia, en España... ¿Cuanta gente tendrá que morir, cómo de horrible deberá ser su muerte para que Europa despierte?
¿Se convertirá la muerte de personas que huyen de ella en un espectáculo televisado en directo, antes de que los dirigentes europeos encuentren el coraje o la necesidad de cambiar realmente las cosas?
No hay ley de extranjería que pueda enfrentarse a la ley de la supervivencia. Quienes hoy nos gobiernan, los financieros, los políticos y los media están acostumbrados a mirar siempre para otro lado, pero no queremos mirar a otro lado.
No equivoquemos la dirección de nuestra lucha, no hay que parar a los inmigrantes, paremos el hambre, que mata a 25000 personas cada día. Paremos la pobreza, la enfermedad y el sufrimiento que les afecta a ellos y a cada vez más "ciudadanos" de esta Europa. Hay que parar el egoísmo y la anestesia de quienes miran para otro lado. Esto es necesario y es posible, pero para ello, debemos unir fuerzas, coordinarnos y presionar a quienes concentran el poder.
Los humanistas seguimos proponiendo:
Regularizaciones inmediatas, reales, amplías y sucesivas para todos los inmigrantes, a escala Europea.
Convertir las tramposas políticas de cooperación en planes de desarrollo conjunto que permitan realmente levantarse a los continentes postergados. Gravar impositivamente los flujos financieros para que su potencial revierta en condiciones de vida digna y crecimiento para los pueblos. Convocar o apoyar toda acción de protesta no-violenta por estas muertes que hubieran debido evitarse y de reclamo de un mundo digno para todos.
Cierre inmediato de los Centros de Internamiento en suelo europeo.
Convertir las tramposas políticas de cooperación en planes de desarrollo conjunto que permitan realmente levantarse a los continentes postergados.
Gravar impositivamente los flujos financieros para que su potencial revierta en condiciones de vida digna y crecimiento para los pueblos.
Convocar o apoyar toda acción de protesta no-violenta por estas muertes que hubieran debido evitarse y de reclamo de un mundo digno para todos.
29 de octubre de 2005