Coyuntura nacional
Este 11 de Septiembre se cumplirán ya 37 años de injusticias cometidas contra el pueblo, como soberano y dueño de su destino. El gobierno de la Unidad Popular, sin duda alguna es la mayor expresión de protagonismo popular, un sueño que se construía codo a codo entre el gobierno y un pueblo, sueño que fue truncado, con bombardeos, asesinatos, torturas y exilios, con la mano de los poderosos de siempre, que incapaces de aceptar la derrota de sus privilegios, no escatimaron esfuerzo en recuperar su sitial de dueños de Chile, estos señores se entrelazaron con el imperio del norte, para instalar un modelo económico, reacomodando el capitalismo a costa de la sangre de nuestro pueblo.
Saludamos a quien honestamente dieron todos sus esfuerzos en el desarrollo de la vía chilena al socialismo; a la heroicidad de quienes entregaron su sangre en la defensa del gobierno popular; y en quienes reivindicaron la dignidad como forma de resistencia y de organización de las clases populares.
Asimismo, asumimos su legado como continuadores de una emancipación libertadora, la que nace hace doscientos años, del brazo del Guerrillero popular, desde una posición antiimperialista y por la soberanía del pueblo, este proceso lo continuo dignamente Recabarren y Allende, organizando a la clase trabajadora dándole el rol que le corresponde, como motor de la historia y constructor de la sociedad y del mañana.
La construcción del poder para y desde el pueblo estuvo carente de fuerza material, en el marco de la U.P, este baso en tesis erróneas a nuestro entender, como la existencia de unas FF.AA. democráticas y subordinada al poder civil; la validación de las instituciones por sobre la lucha de clases; el menosprecio a la injerencia del imperio en los sectores de las capas medias; y la existencia de un proyecto revolucionario enmarcada en la institucionalidad burguesa.
Es necesario la reconstrucción de un proyecto popular, de la inmensas mayorías, que impulse el patriotismo por sobre los intereses de las trasnacionales, donde la Construcción de Poder Popular sea reflejo de la unidad entre los interese de sociales y político, como verbo activo y participante de la sociedad toda, solo este poder será capaz de construir una nueva sociedad plurinacional y multiétnica, que sea el andamiaje fundamental del proyecto socialista.
Tras una serie de acontecimientos inaceptables que han ocurrido en nuestro país, no podemos permitir que nos hablen de “progreso”, “desarrollo” y “bienestar” para este bicentenario, lo demuestra la mayor distanciamiento entre los sectores dueños de la patria, y los sectores marginados, cada vez mas asumidos en la pobreza y excluidos de los beneficios de las granjerías de las riquezas del territorio. La desigualdad se expresa en los sueldos, en la calidad de la salud y en la educación; en los tipos de viviendas; en el acceso a los bienes y servicios; en el ejercicio de la soberanía; en la participación como fuerza real.
El Chile de hoy existe más de un treitena de prisioneros mapuche con mas 50 días de huelga de hambre, denunciando la injusta con aplicación de la leyes, en particular de la anti terrorista, los dobles proceso entre la fiscalías civiles y militares, la reaparición de los testigos sin rostro, como ejemplo de un montaje teatral que se convierte en tragedia. Sin olvidar la lucha por la autodeterminación como pueblo – nación, y la soberanía de sus tierras. Asimismo se denuncia la aplicación indiscriminada de la represión de Estado por sobre las comunidades en luchan, donde se observa la militarización de las zonas mal llamada en conflicto, desarrollando una política de difamación a los exigen sus derechos mediante la organización y la lucha.
El mundo estudiantil persiste en abolir el lucro, en la esfera de la educación, cansados de ver la existencia de la educación de unos pocos privilegiados, en contra de una educación mayoritaria para los pobres, donde se ve la infraestructura insuficiente, donde los principales actores de la educación los estudiantes, no son escuchados, conviértase en la calle en protagonistas reales, y encabezan con propuesta del papel que debe asumir el Estado, como garante de este derecho.
Con el llamado caso bomba, se revivió la aparición pirotécnica de show mediático, el juicio de los medios de comunicación remplazan a la “independencia” de los tribunales, con la complicidad de un fiscal, que desarrolla su investigación con los flash de la farándula, confundiendo la realidad con el programa “policía en acción o “133”, es así como pretenden legitimar la acción brutal de un allanamiento, de casas okupas como sinónimo de delincuencia, o de patólogos sociales, se pretende mezclar la organización en contra de un gobierno o de un sistema, con aplicadores del terror a la sociedad. Asimismo se instala la figura de la asociación ilícita terrorista, pretendiendo con mayor fuerza implementar el miedo, a quien ose organizarse, en contra del modelo colmado de injusticia.
Las situaciones laborales en este gobierno se han expresado con la agudización de la inseguridad social y laboral. Este último reflejándose dramáticamente en el área pública, con los despidos injustificados de miles de trabajadores. No podemos olvidar que éstos han sido facilitados por los gobiernos concertacionistas ya que mantuvo una política de externalización del trabajo, mediante honorarios y contratas, dejando al trabajador a los designios de los nuevos patrones.
Hoy el miedo a la pérdida de la fuente laboral, al compromiso con las deudas personales, mediante la implementación del dinero plástico como instrumento ideológico de dominación, impide el mayor compromiso por las luchas colectivas e intereses de las grandes mayorías. Las alzas son pan de cada día, las políticas económicas van en beneficios de las grandes empresarios y de las trasnacionales, el chile de la mundialización da todas las garantías a la expropiación de la riqueza, renaciendo una suerte mercantilismo neoliberal en contra de los pueblos ricos en materia prima, resurgiendo el binomio metrópolis – colonia.
El terremoto no solo reflejo la fuerza de naturaleza, sino develo un mundo sumido en la desigualdad, las casas de adobe sin mantenimiento apropiado, simbolizan la pobreza y atraso, demostró la corruptela entre el Estado y las inmobiliarias, a 6 meses se sigue viendo la insensibilidad de un Estado, que es incapaz de solidarizar con el pueblo que es el verdadero soberano, disfraza los campamentos (hoy llamadas aldeas), genera show parafernálicos ocultando la verdad, de su incapacidad, de su falta de voluntad, avasallando la opinión de sus habitantes, queriendo anular las organizaciones propias, olvidando que el pueblo organizado se transforma en dignidad inaplástable.
No podemos esperar nada de los medios de comunicación institucional, han sido históricamente cómplice de los poderosos, hoy tergiversan y ocultan la lucha de los mapuche, son instrumento legitimadores del control y represión del Estado, generan la sensación de inseguridad a la población, para justificar la sociedad de control, la sociedad disciplinaria. Frente a esto impulsamos la prensa popular, la que informa y educa; la que genera conciencia desde lo cotidiano, la que se desarrolla desde el pueblo organizado.
La situación trágica de los mineros, que no es mas que la expresión de miles y miles de trabajadores que sobreviven en situaciones de inseguridad, mas trabajadores mueren anualmente en sus labores productivas, que en el terremoto y tsunami, la necesidad de vender su fuerza de trabajo por sueldos mísero es una triste realidad, a pesar de las denuncias acusatorias hechas por sus organizaciones, estas no son escuchadas se privilegia la ganancia por sobre la vida, el Estado y sus instituciones hacen oídos sordos al mejor vivir, al mejor y más segura manera de trabajar, la clase trabajadora y sus organizaciones tiene incapacidad de maniobrar en forma conjunta.
Hoy hipócritamente rasgan vestiduras el gobierno de los patrones, pretende dar un rostro más humano con llantos y migajas, ocultando la responsabilidad que le compete en este trágico hecho, vemos el absurdo vergonzoso de aprovechar ésta situación, demostrando una vez mas un populismo mediático, y queriendo ocultar con la vida de los trabajadores, todos los conflictos que suceden en nuestra patria.
Podemos comprender las causas del inmovilismo, de la falta de rebeldía y de insumisión, pero estamos convencidos que solo la lucha y la unidad es la que da el ascenso de la conciencia política, transformadora de la sociedad.
¡¡Porque la patria es el pueblo: TODO PARA EL PUEBLO!!
¡¡Unidad para luchar; Luchar para vencer!!