17 april 2008

Golpe a Golpe...

Violencia por violencia

Por : Raúl Martínez-Chasquis
17 abril 2008

Llegaron cerca de las 11 de la mañana, poco después que terminara el tradicional cambio de guardia en la plaza de la Constitución, frente a La Moneda –sede de gobierno-, pleno centro cívico de Chile.

Eran unos 60 pobladores, la mayoría de ellos mujeres, muchas de ellas con niños. Con pancartas que reclamaban vivienda, salud y trabajo digno, protestaron pacíficamente en el óvalo de la citada plaza, donde carabineros rápidamente desplegó el dispositivo de seguridad conocido para estas situaciones: cierre con rejas de la calle Moneda entre Morandé y Teatinos y el preparativo de los carros lanza aguas y de gases en las calles aledañas. Sin embargo, los pobladores estaban tranquilos.

El objetivo de la manifestación era entregar una carta en la sede del Ejecutivo en donde exigían como pobladores de la comuna de El Bosque (ubicada en la periferia sur de la capital) la rebaja del Impuesto al Valor Agregado de los productos de la canasta básica. Asimismo, en la misiva dirigida a la presidenta Michelle Bachelet, señalaban que era preciso aumentar los impuestos a los bienes suntuarios, así como también a las empresas privadas del cobre las que se llevan el principal recurso chileno sin dejar muchos centavos por el metal que se tranza en Londres.

Antes que carabineros les permitiera ingresar al perímetro cercado de La Moneda, los dirigentes vecinales y sociales de El Bosque debieron pasar sus carné de identidad para ser chequeados por una teniente de la policía uniformada.

Mientras, una mujer conversaba con la prensa y preguntaba “¿qué hace usted con 20 lucas?” (20 mil pesos que son equivalentes a 40 dólares) en referencia al bono que anunció el gobierno que será entregado a los sectores más pobres. La pobladora continuó: “Es como una vergüenza, como una burla lo que están haciendo con los chilenos. Porque 20 lucas, qué, compra el gas y queda pato. En mi caso somos 12 personas, ¡y más encima 20 lucas! Trabajan dos personas solamente, porque hay dos ancianos, con una pensión que se compran sus remedios y ¡chao plata! Es una burla lo que están haciendo, se están burlando de nosotros”.

En otra parte de la plaza de la Constitución, el presidente de la junta de vecinos de la población “Luis Cristiaín Martínez”, de El Bosque, Juan Ramos, explicaba que “creemos que el bono de 20 mil pesos es pan para hoy y hambre para mañana. Pensamos que se deben aplicar medidas de fondo como rebajar el IVA a la canasta familiar y subirlo a los productos suntuarios, como los pasajes en avión, los autos de lujo, las casas de más de 5 mil UF. Yo creo que el gobierno está tratando de tapar el sol con un dedo”.

Más adelante explicó que en la comuna los índices de cesantía alcanzan el 30 por ciento, golpeando con mayor fuerza a los jóvenes. “A nosotros nos subió el costo de la vida en el último tiempo en un 40, 50 por ciento. No puede ser que nosotros, los más pobres de este país, estemos pagando más impuestos que los ricos y ganamos una miseria”.

El dirigente expresó también su molestia con el gobierno, porque mientras a los sectores más desprotegidos se les entrega el mentado bono, el Banco Central anunció la compra de 8 mil millones de dólares para subir el valor de la divisa norteamericana y así beneficiar al sector exportador.

Poco después, los dirigentes entregaron la carta sin problemas en La Moneda, escoltados por carabineros. Luego comenzaron a caminar en dirección a Teatinos, a un costado de la sede de gobierno, para cruzar y dejar la misma carta-demanda en el ministerio de Hacienda.
Ahí fue que cometieron el error. El grupo de pobladores colocó sus pies en el pavimento lo que molestó a la policía. Tras una breve advertencia los uniformados comenzaron a golpear a los manifestantes, como está dicho, muchos de ellos mujeres.

Los primeros en ser subidos a los buses de carabineros fueron los dirigentes vecinales. Mientras, las mujeres fueron golpeadas también en las zonas más sensibles de su cuerpo.

Una joven pobladora denunció que un policía, sin su placa reglamentaria de identificación, la pateó en su vientre, en circunstancias que tiene un embarazo de tres meses. “¿Quién va responder si pierdo a mi guaguita?”, preguntaba entre sollozos.

En el trayecto a la comisaría, los detenidos fueron insultados nuevamente por los policías. “Son una manga de flojos. Vayan a trabajar”, era parte de las frases que les lanzaron sobre el bus, según comentó desde el recinto policial uno de los detenidos.

¿Este es el nuevo procedimiento al que se refería El Mercurio del 10 de abril recién pasado que ordenó el General Director de Carabineros, José Bernales, a 180 jefes de comisarías de todo el país?

En la nota periodística se indicó que el alto oficial ordenó cambiar la “gradualidad” de la reacción policial, donde los manifestantes no autorizados no serán advertidos varias veces, sino que se hará una sola vez para luego arremeter con elementos denominados “disuasivos”, como golpes, carros lanza aguas y gases lacrimógenos.

¿Es esta la policía que requiere Chile en el siglo XXI? Es evidente entonces que queda mucho por hacer.


Prensa Opal