Eduardo Artés.6/6/08
El 26 de junio se cumplen cien años del Natalicio del Presidente Salvador Allende Gossens; dado el destacado lugar que ocupa su figura en la historia política nacional e internacional, como un destacado luchador por la soberanía de los pueblos, por la independencia nacional y la justicia social, se anuncian cientos de actos, homenajes, declaraciones, artículos, etc..
Como ya es normal, cuando se trata de personajes relevantes en la lucha social, veremos como, desde los intereses y ubicación de clase de los autores, se pintarán diversos Salvador Allende en búsqueda del que mejor les sirva, desde la "concertación", junto a frases comunes, usarán su figura para tratar de esconder sus rostros reaccionarios, neoliberales y pro-imperialistas, y sin duda, jóvenes rebeldes mostrando la fotografía de Allende con una ametralladora, sostendrán con entusiasmo que "Allende no transó, con una ametralladora él combatió".
Los comunistas partimos reconociendo en Allende a un gran líder y luchador democrático, antiimperialista, a un socialista honesto, al presidente que encarnó aspiraciones de justicia y cambio social muy profundas en los trabajadores y pueblos de Chile, a quien pagó con su vida el ser consecuente con el programa de gobierno presentado frente al pueblo, al tiempo que tenemos presente que la figura de Salvador Allende va asumiendo nuevas dimensiones, de acuerdo a los niveles y requerimiento de la lucha popular, de allí que levantemos su figura al calor del combate por la soberanía, la independencia y la justicia social.
Algunos usarán el centenario del nacimiento de Salvador Allende para revivir elucubraciones fantasiosas y fatales sobre "vías pacíficas al socialismo", o de "revolución" sin revolución, de integración en el aparato estatal burgués y de su transformación paulatina, hasta colocarlo al servicio de los trabajadores y otras formulaciones que bien sabemos, y no sólo porque así lo enseña el marxismo-leninismo, sino que por la propia experiencia de la Unidad Popular, no nos conducen al socialismo, sino que a enfrentar desarmados en lo ideológico, político y material a la reacción y al fascismo.
Nosotros los comunistas, desde el PC(AP), sin confundir las cosas, sosteniendo la vía insurreccional de masas como camino verdadero para que, de acuerdo a la realidad de Chile, se produzca la toma del poder político por parte de los trabajadores y del pueblo, aprendemos de la lucha democrática y popular de las amplias mayoría nacionales, cuyo acumulado en el pasado significó la instalación de Salvador Allende en la Presidencia de laRepública, reconocemos en ella, uno de los momentos altos vividos hasta hoy en Chile, en relación al protagonismo y conquistas populares de orden democrático y antiimperialistas.
Como comunistas, no buscamos en Allende la explicación de la tragedia del golpe militar fascista del 11 de Septiembre de 1973, menos aún en el amplio movimiento de masas que lo acompañó, por el contrario, Salvador Allende, de acuerdo a su formación democrática, de izquierda, socialista, laica y masón, se puso por entero al servicio de lo que él creía, en la posibilidad de producir los necesarios cambios en beneficio de las mayorías, desde la institucionalidad republicana burguesa, su consecuencia en ese sentido, como ya hemos dicho, le costó la vida, él fue un tremendo factor de unidad popular en el sentido amplio de la palabra, la responsabilidad recae en la ausencia de una verdadera comprensión marxista-leninista de la revolución, del carácter de clase del Estado, del papel de las fuerzas armadas y de orden, en las ideas revisionistas que se habían apoderado de las cabezas de quienes se reclamaban "comunistas", incumpliendo así el papel de vanguardia de la clase obrera, de Estado Mayor de la Revolución, de organizadores, promotores y dirigentes del asalto al poder, de destructores del Estado Capitalista y de constructores del nuevo Estado, del Estado Socialista.
Hoy, en medio de tanto oportunismo, de "socialistas" neoliberales y a sueldo de los imperialistas, hacen falta hombres consecuentes, demócratas, patriotas y socialistas de la envergadura de Salvador Allende para avanzar tras la revolución Democrática Popular antiimperialista y abrir las compuertas a la Revolución Socialista.
¡Salvador Allende vive y crece en las luchas democráticas y populares!