9 december 2008

Carta de Terruqo a nuestros hermanos caidos


No es fácil comenzar estas líneas, menos cuando de golpe se vienen las imágenes de muchos hermanos caídos en la primera línea de combate, su cabalidad, su arrojo, su bravura, la que quedó estampada para siempre en la historia combativa del FPMR y en el seno del pueblo, el que no se doblega frente al sistema de cosas imperantes y que continua su lucha en contra el modelo rapaz y inhumano aún vigente.

Tuve la suerte de conocer a Mauricio Cancino Garín (Hernán) en enero de 1991, en la escuela ''Mauricio Arenas Bejas'', a la que concurrían hermanos combatientes de toda la Región Metropolitana. Ahí como es habitual en el trabajo conspirativo y revolucionario, fuimos estrechando y compartiendo experiencia entre todos los asistentes. En ese entonces Mauricio era encargado de la seguridad y también de la organización de la escuela. Estuvimos 3 días en algún lugar de nuestra larga costa. Aún puedo recordar el olor a pescado; era imposible desconocer que la actividad se realizaba cerca del mar. Bueno lo concreto y al margen de este detalle, en la escuela no hubo espacio a dudas respecto a la capacidad de combatiente y de organizador de Mauricio como oficial rodriguista.

Recuerdo una anécdota: una noche me tocó hacer guardia muy tarde de madrugada, lo que no importaba ya que tenía a mi lado un fusil M-16 con dos cargadores, 1 granada y la responsabilidad de salvaguardar a los hermanos y la mística que se podía sentir, que además te quitaba el sueño o cualquier achaque. Sucedió que de la nada aparecen 2 personas en la puerta del lugar, lo que por supuesto me alertó para ir de golpe a avisar a ''Hernán'' como estaba contemplado, generando la alarma en el resto de los escuelantes, sin embargo para cuando ya estábamos en disposición del plan de evacuación, los 2 “extraños” ya se habían hecho humo…..lo cómico, es que producto del apresuramiento, la mayoría olvidó vestirse o quedó con muy poca ropa encima, mientras Mauricio apareció sin nada, siendo justamente el encargado de seguridad de la casa. Una vez normalizada la situación los comentarios no se dejaron esperar… ''Nos pillaron haciendo la revolución en pelota, y el Jefe dio el ejemplo”, de ahí en adelante risas y toda clase de bromas inundaron el lugar como podrán imaginarse. Bueno, así comienza mi contacto con él, un hilo conductor que nos llevaría más tarde a estrechar relaciones muy fraternas y a participar junto a otros hermanos en la operación del 14 de diciembre de 1991, donde Mauricio cae combatiendo junto al joven miliciano Juan Fuentes. Acción que tuvo un preámbulo de 2 meses de preparación, exploración, chequeos, logística, etc., todo lo cual estaba a cargo de Mauricio. Sin duda estos son los momentos donde se valora realmente el sentirse hermanos, en el trabajo conspirativo, las jornadas clandestinas, la lucha diaria…


El objetivo militar y político de dicha operación era preciso, el mando al igual como nosotros veníamos contemplando acciones que dieran vigor a la ''Táctica de la Lucha Patriótica por la Dignidad Nacional'' por aquel entonces, a la necesidad de construir desde la base, de apoyar al movimiento social-revindicativo con acciones que permitieran palear sus carencias y crear conciencia de su rol protagónico en la solución política de las dificultades que les generaba el sistema.
La idea de tomarnos 4 cuadras a la redonda entre J.J. Peréz y Neptuno (comuna de Cerro Navia), que incluía cortes en distintos puntos para evitar la entrada de la fuerzas represivas, era justamente la de facilitar la expropiación de 2 grandes carnicerías, 1 supermercado y la realización de acciones de agitación y propaganda concertadamente con núcleos del sector.
El día ''D'' nosotros nos acuartelamos como grupo operativo, para luego según el plan, tomar el control del supermercado y cubrir a los milicianos en sus actividades con 2 salidas hacia el norte por Neptuno y por el sur. Sin embargo, como toda acción operativa sujeta a las circunstancias del momento, esta no estuvo exenta de dificultades, la presencia del enemigo dentro del teatro de operaciones fue una de ellas (la que menos buscábamos). En todo caso, si en el cumplimiento del objetivo de copar el sector, apoyar la expropiación y ayudar al repliegue era necesario enfrentarse a las fuerzas represivas, lo haríamos tal como aconteció, asumiendo como Combatiente Rodriguistas hasta el final.

El día de la operación nos juntamos con Mauricio en la esquina de Neptuno con Pérez para dar inicio a las escaramuzas y si surgía algún inconveniente... y se produjo…Mauricio me dice que hay un furgón de esbirros hacia el sur en un pasaje lateral frente a un colegio, la posibilidad de enfrentamiento nos golpeo inmediatamente, pero no dudamos. En ese momento Mauricio se puso su pasamontañas y desenfundamos los fusiles que traíamos embutidos en paquetes de regalos, los que dejaron de serlos. Al iniciarse el copamiento se nos viene la repre encima, Mauricio se parapeta en una esquina y yo en la otra, comenzando el tableteo de nuestros “M”. Recuerdo que era de día y en un instante ya era de noche. La adrenalina a full. Mauricio me hace señas para replegarnos pues los milicianos ya habían hecho las barricadas, cruce bajo el fuego enemigo y caigo, el me pregunta que como estaba, pero comprenderán que en esas circunstancias era imposible sentir algo. Finalmente nos parapetamos tras un muro mientras el fuego represivo era incesante. Las balas traspasaban los ladrillos y entre nuestras piernas, era para no creerlo!, nos miramos y avanzamos para cubrir al resto de milicianos que quedaban atrás expuestos a la muerte como ocurrió con Juan Fuentes, enfrentando al fuego brutal a como diera lugar. Luego giramos hacia la esquina principal nuevamente, y nos separamos como estaba previsto. Él partía a cubrir su posición y yo la mía. Esa fue la ultima vez que vi con vida a mi hermano Mauricio. Así aprendí que el sentido de la hermandad se forja cuando existen individuos que han alcanzado la conciencia de lo que es necesario hacer, aquellos que han decidido desterrar este reino de desigualdad asumiendo el riesgo de ofrendar sus vidas en pos de los demás…Que forma tan generosa de vivirla, que forma más generosa de culminarla!

Con mucha pena nos habíamos enteramos por esos días también, de la caída en combate de Emilio González, ''El Abuelo'', el 12 de diciembre de 1991, solo 2 días antes en una acción realizada en la zona sur, cuando su unidad de combate trato de recuperar un camión Soprole para repartir sus productos entre la población. Sin embargo, el hecho se frustro y comenzó un tiroteo donde Emilio es detenido para luego ser salvajemente ultimado…los hermanos de esa zona nos habían mandado un recadito: ''Si se topan con los esbirros, pásenle la cuenta!”. Claramente, más allá de la legitimidad de nuestros objetivos estaban los sentimientos de hermandad entre nosotros…por eso apretamos el gatillo con tanta indignación contra la policía ese 14 de diciembre junto a Mauricio…esa responsabilidad no la podíamos eludir, habíamos conocido al “abuelo”, un hermano rodriguista de tomo y lomo…el había sido asesinado en una contienda desigual, gracias a la política de exterminio que fue aplicada en esos años hacia el movimiento revolucionario.


Narrado estas vivencias sin el afán de contar historias, sino en reconocimiento a nuestros hermanos caídos en combate, para mantenerlos vivo en nuestra memoria y que sirva de ejemplo para fortalecer el espíritu de lucha de la nueva generación de militantes a la luz de la entrega de nuestros héroes populares.

Desde esta trinchera, un ferviente homenaje miliciano a Juan Fuentes de Cerro Navia y Héctor Venegas de El Cortijo (el Jano), como también a los Combatientes Emilio González (Cunini) de la Población Santiago, el Comandante Boris, y por supuesto al aguerrido Mauricio Cancino; lo mismo a la militancia que fue detenida esos días y su comportamiento consecuente frente a los interrogatorios….Eso demuestra a cabalidad de la estirpe que son los Rodriguistas. Y también agregar una crítica a quienes desde la comodidad de sus casa buscaron deslegitimar esta acciones.
Sabemos que los movimientos revolucionarios no están exentos de errores, pero como dijera nuestro Raúl Pellegrín, ''JAMÁS NOS PODRÁN JUZGAR POR NO HABER ENTREGADO TODA NUESTRA FUERZA Y DECISION''.

Aprovecho además la oportunidad de dar un saludo fraterno a los familiares por tan irremediables perdidas. Claro, los “logros” alcanzado en esta magra realidad no están a la altura de las vidas entregadas. Aunque sabemos también, que el tiempo dará la razón a los luchadores revolucionarios caídos en combate, pues si bien hoy su entrega es interpretada como parte de una “derrota o fuera de contexto”, también es verdad que en materia de Lucha de Clases contra este sistema aún no está todo escrito; la actual crisis del modelo puede devenir en alzamientos populares nuevamente, quien sabe...poniendo a prueba una vez más la experiencia y entrega de todos los que están dispuesto a morir por el pueblo y su reivindicaciones... Es más, hasta los rodriguistas cuentan hoy con un proyecto político acorde a la experiencia de 25 años de lucha, que permite vislumbrar el socialismo como una necesidad fundamental, con perspectiva de aglutinar al conjunto de los revolucionarios. No creemos tener la verdad absoluta, pero si sabemos que seremos un aporte importante a los procesos que se nos avecinan.

Es hora de avanzar en una lucha decidida en contra este sistema como organización integral en todos los ámbitos.
HERMANOS ADELANTE, LA EMANCIPACION DEL PROLETARIADO SOBRE EL CAPITALISMO DEJARÁ DE SER UN SUEÑO UTOPICO. ADELANTE CON LA UNIDAD DE CLASE Y REVOLUCIONARIA….
LA REVOLUCION ES NECESARIA , LA REVOLUCION ES POSIBLE!