LA CRISIS INTERNACIONAL Y SUS PRIMEROS EFECTOS 
SOBRE LA ECONOMIA DE CHILE
Juan Guillermo Espinosa [1]
 
Una Síntesis de la Situación Internacional y Nacional Actual 
A pesar de que la Crisis “Subprime”(como originalmente se la denominó) se empezó a manifestar tardíamente en agosto de 2007 en EEUU, pero solo fue reconocida por las autoridades económicas del Gobierno de Chile en Marzo de 2008 (por el Min. de Hacienda, y no todavía por el Banco Central, el que solo lo haría en julio-agosto de 2008), es de bastante importancia caracterizar adecuadamente la situación interna y externa que se esta viviendo a la fecha, ya que es bastante diferente de aquella sobre la que siguen opinando la mayoría de nuestros economistas ortodoxos, cuyos enfoques son precisamente los causantes de esta Gran Crisis.
En síntesis, como es habitual en crisis de la envergadura de la actual, ya se produjo un fuerte vuelco en el escenario económico que el país enfrentaba hasta cuatro meses atrás (julio de 2008), ya que hemos pasado: de la euforia, después a la inmunidad (“el país esta blindado”), hasta el inicio de la caída en las últimas semanas, lo cual debiera haber significado igualmente un cambio importante en los enfoques, las políticas y las magnitudes que se venían considerando. Lo anterior se manifiesta entre otros aspectos en los siguientes hechos: 
- Hasta      julio de 2008, la inflación externa venía subiendo fuertemente      (petróleo – hasta US $147      dólares/barril; acompañada de alzas en alimentos y materias primas); 
- Ahora (desde agosto a la fecha),      se ha producido una rápida declinación de los precios en los mercados      internacionales, llegando el petróleo a menos de US $60 dólares/barril (una caída cercana al 60%), con el cobre a menos      de US $1,80 dólares por libra, así como también en la mayoría de los      precios de los alimentos y otras materias primas. 
- Por      lo tanto, estamos en un momento de inflación y demanda declinante en      casi todos los mercados externos e internos. Si la caída de los      precios internacionales no se ha traspasado aún a la población dentro del      país, es por el alza del dólar (que ha subido cerca de 50% en seis meses.      Debe recordarse que en marzo de 2008 estaba a $430 y ahora a algo menos de      $640).
- Ahora      en definitiva - y todos los sectores de actividad en Chile están tomando nota      - enfrentamos una caída de la demanda tanto interna como externa.
En el ámbito Externo (internacional):
- El      problema principal ha sido el derrumbe del sistema financiero y crediticio      norteamericano – pilar fundamental del neoliberalismo extremo aplicado      desde Ronald Reagan hasta la fecha, con pequeñas interrupciones – que se      ha traducido en este último año en una fuerte caída de la liquidez      en todos los mercados, la que con alguna tardanza en EEUU pero con mas      drasticidad y sin ideologismos ha empezado a ser corregida por los      Gobiernos Europeos, los que han marcado el enfoque adecuado que debe      adoptarse en circunstancias como las actuales (especialmente el Gobierno      Inglés que inició el ciclo de compras de parte de la propiedad de los      principales bancos). 
En el caso norteamericano, con un Gobierno mas ortodoxo, inflexible e ideologizado, no han querido utilizar recursos públicos para comprar el total o parte de la propiedad de los grandes bancos y otras instituciones financieras, para no aparecer “estatizando” la banca, reconociendo así que se encontraban en un profundo error con las políticas aplicadas durante todo su mandato, adoptando ahora en medio de esta enorme crisis una política contraria u opuesta a todo lo hecho anteriormente. 
En la situación Interna de Chile:
En forma práctica y concreta:
- el      sistema bancario y financiero se ha puesto más exigente con todo tipo de      clientes “reduciendo el crédito y elevando las      tasas de interés”.
- Esto      ha traído una caída de la liquidez y el crédito en el mercado interno, que      se traduce en anuncios de paralización de proyectos de inversión, lo que      anticipa una caída de la actividad económica en los próximos meses y en el      próximo año 2009.
- También      se ha iniciado una reducción – todavía moderada - de la planilla de las      empresas (aumento del desempleo), especialmente en el ámbito de la      construcción, y en una necesidad de las empresas de “hacer caja” (es decir      tener mas efectivo disponible, debido a la ausencia o encarecimiento del      crédito). 
- A      la vez, las personas y empresas – ante la fuerte caída de las bolsas - han      estado abandonando los fondos mutuos y las inversiones en acciones lo que      ha restringido aún más la liquidez.
La gran diferencia entre Chile y el exterior, es que afuera (especialmente en EEUU) no existe solo un problema de liquidez, sino también de solvencia, es decir, las instituciones financieras tienen una cartera de créditos malos muy importante y esperan desesperadamente, y pronto, el rescate del sector público. 
En el caso de Chile, afortunadamente los bancos disponen de una situación sólida, pero ahora se han puesto bastante mas cautelosos: cortando los créditos a los que consideran “mas riesgosos” (las pymes),  reduciendo los montos y elevando las tasas a las empresas medianas y mas grandes.
Por ahora, se ve que los sectores de actividad mas afectados son: la construcción de viviendas y oficinas (en donde se ha sobre-construido y muchas empresas están parando obras y están con muchas deudas, en momentos que los bancos están encareciendo o recortando el crédito hipotecario); y las pymes que ya no tienen créditos ni factoring, lo que tendrá importantes efectos sobre el empleo. (No estoy mencionando al sector industrial y manufacturero, que requiere un capítulo aparte y mas detallado).
Estos dos sectores mencionados, además del “retail” y los supermercados, son cruciales para mantener el empleo por lo que cualquier inyección de recursos debe ser ágil, (ojala por el lado de la demanda) para que sea oportuna. 
            En cualquier plan de rescate, el tema clave es la agilidad. El tema es – frente a las condiciones que se empiezan a deteriorar progresivamente - con que rapidez y agilidad va  a operar el o los planes que se propongan. El tema de la liquidez y del crédito no es para seis meses mas, es para ahora.
Algunas Consideraciones sobre Chile y la Economía Internacional, Después del “Crash” Actual.
Lo primero que debe tenerse presente en la hora actual, es que la Crisis Financiera y Económica está acabando con ls dogmas dominantes del neoliberalismo de los últimos 25 años.
Una infinidad de intelectuales, premios Nóbel, autoridades políticas, religiosas y espirituales han advertido por largo tiempo de la inviabilidad y lo dañino del neoliberalismo sin regulaciones y del capitalismo financierista, que tarde o temprano, termina en las peores crisis y peor aún, exige que el rescate y la reconstrucción después de las grandes caídas que ocasiona, la solventemos todos, como ocurrió en 1982-1983 con el sistema financiero chileno que todo el país debió pagar por décadas y hasta el día de hoy. Es decir, en el período de auge y bonanza las ganancias son privadas y en el momento de crisis, caos y caída, las perdidas son públicas y las pagamos todos.
En el caso de Chile, es necesario concordar una nueva línea de acción de carácter micro y macroeconómica, distinta de la orientación concentrada y excluyente que se ha practicado hasta la fecha, en especial en el  sistema financiero nacional, comprometiendo ahora mas al Banco Central, entre otras cosas cambiándole la absurda y extrema autonomía que hoy dispone, que le permite no hacerse cargo de los problemas de la economía real ni de los errores de política que comete. Entre otros aspectos, el sistema financiero nacional tendrá que asumir buena parte de los créditos que la banca extranjera le ha dado a empresas chilenas hasta el pasado reciente  y que en las circunstancias actuales no se los van a renovar por un buen tiempo; asimismo, deberán elevar la cantidad y mejorar las tasas a que prestan a la pequeñas empresas, ya que si perseveran en la situación actual, en un nuevo enfoque, las autoridades deberán suspender y modificar el trato preferencial que ha dispuesto la banca hasta la fecha.
Será fundamental programas especiales e innovadores para combatir el desempleo y de ayuda a las pymes. Todos los programas anteriores que han apuntado a las pymes, se han quedado en declaraciones y no han llegado a las empresas (o si han llegado, ha sido con mucho atraso y con cuenta gotas). Este sector necesita desesperadamente a la fecha una “reprogramación de sus deudas”. 
En el instante nacional e internacional que estamos viviendo, es crucial recordar las mejores lecciones de grandes crisis anteriores, como lo fue la Gran Recesión de la década de los 30.  Como destaca Paul Krugman, Premio Nóbel de Economía 2008, una de las mayores insuficiencias de las políticas de F.D. Roosvelt para enfrentar la crisis de esos años, es que fueron demasiado cautas. Krugman enfatiza: “Es mucho mejor, en una economía deprimida equivocarse por el lado de demasiado estímulo, que por el lado de muy poco”.
[1]  Ingeniero Civil, Univ. De Chile; Master y Doctor en Economía, Universidad de Cornell, EE.UU. Ha sido Director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y Embajador de Chile ante el  Reino de los Países Bajos. Actualmente Consultor de Organismos Internacionales; Decano de 
